“Alimentarse sólo con imágenes masculinas de lo divino es estar mal nutridos, Tenemos hambre de imágenes que reconozcan la sacralidad de lo Femenino y la complejidad, riqueza y poder nutritivo de la energía femenina…Buscamos imágenes que afirmen que el amor que las mujeres recibimos de las mujeres, madre, hermana, hija, amiga, compañera es tan profundo y tan digno de confianza, necesario y sustentador como lo es el amor simbolizado por el padre, hermano, hijo, marido. Anhelamos imágenes que muestren como algo auténticamente femenino el valor, la creatividad, la lealtad, la confianza en sí misma, la flexibilidad, la tenacidad, la capacidad de intuir claramente, la tendencia a la soledad y la intensidad de la pasión”