domingo, 30 de septiembre de 2007

KALI MA-La Gran Madre Kali

Honrando la naturaleza Cíclica, el aspecto destructor y regenerador de la vida, la oscuridad de la creación que nos brinda continuidad y renacimiento. Honrando el poder de las Diosas Oscuras, de las Lunas Negras, la fuente de energía que yace en nuestra sombra…Honrando especialmente a KALI, Triple Diosa, Gan Madre Creadora, Sostenedora y Destructora, Bondadosa y Terrorífica, Danzante de la Vida, de la Muerte y del Renacer…Honrando su valentía, coraje e impecabilidad y la fuerza que nos brinda para cortar todas nuestras ilusiones permitiéndonos evolucionar

Aquí comparto un manifiesto de Kali, de Autor Desconocido

KALI MA

La Gran Madre Kali

Escúchame hija, y conóceme por quien yo Soy.

He estado contigo desde que naciste,

y permaneceré contigo hasta que retornes a Mi en la oscuridad final

Soy la amante apasionada y seductora que inspira al poeta a soñar. Soy quién te llama al final de tu viaje.

Soy quien está al final de tu día, en donde todos mis niños encuentran mi bendición descansando en mi abrazo. Soy la matriz de la cual nacen todas las cosas. Soy la tumba vaga e inmóvil; todas las cosas deben venir a mí,

Desnudar su pecho para morir y luego renacer a la totalidad

Soy la hechicera que no será gobernada, la tejedora del Tiempo, la reveladora de misterios.

Soy quién desgarra las gargantas del cruel y bebe la sangre del despiadado.

¡Traga tu miedo y ven a Mí!, y descubrirás la verdadera belleza, fuerza, y coraje.

Soy la furia que rasga la carne de la injusticia. Soy la fragua resplandeciente que transforma a tus demonios internos en herramientas de poder.

¡Abre tu interior a Mi abrazo! y hazte parte de la luz que está en la oscuridad.

Soy la espada reluciente que te protege contra el daño. Soy el crisol en el cual todos los aspectos de ti convergen en un arco iris de unión. Soy el terciopelo profundo del cielo nocturno, los remolinos de niebla de la medianoche, cubiertas en misterio. Soy la crisálida en la cual harás frente a l que te aterrorice y de la cuál florecerás vibrante y renovada.

Búscame en la encrucijada de la vida y de la muerte, y te transformarás, para que una vez que mires sobre mi cara, mires allí donde ya no hay retorno. Soy el caldero en la cual todos los opuestos crecen para conocerse unos a otros en la verdad

Soy la gran red que conecta todas las cosas.

Soy la sanadora de todas las heridas, la Madre del guerrero que endereza todos los males en su debido Tiempo.

Soy la que hace fuerte débil. La que humilla al arrogante.

La que se levanta por encima del poder opresor.

Soy justicia. Soy misericordia.

Soy el extremo, y soy también el principio. Lo más importante, mi niña, soy tú. Soy parte de ti, y estoy dentro de ti.

Búscame dentro y fuera, y serás siempre fuerte.

Conóceme. Aventúrate en la oscuridad de modo que puedas despertar

para balancear, la iluminación, y la integridad.

Lleva mi amor contigo por todas partes

y encontrarás dentro la energía de ser quién tú deseas.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Maturana, el Amor y lo Neo Matristico

Bordeando los 80 años de edad, Humberto Maturana es de seguro uno de esos Hombres sabios de nuestro país. Proveniente del mundo de la ciencia, con la profundidad, sensibilidad e inteligencia de su línea de pensamiento se ha convertido en un referente para toda la humanidad.

Nacido en Santiago de Chile. Estudió medicina en sus inicios y se doctoró en Biología en Harvard. Plantea que: “Los humanos somos fruto de la cooperación para la conservación, no de la lucha por la supervivencia: bioevolutivamente somos porque amamos”.

A continuación extractos del diálogo entre María de la Luz Urquieta con Humberto Maturana.En donde nos habla del amor, del respeto, de las culturas matristicas y neo matristicas

"El amor es la emoción que funda lo social: sin la aceptación del otro en la convivencia no hay fenómeno social. Y hubo una cultura matristica que funcionó bajo esos principios: sin dominación de un sexo sobre el otro y sin guerras. ¿.Se trata acaso de retornar a aquella cultura de hace 8 mil años? No, es imposible. Pero sí podernos intentar una convivencia basada en el respeto, en la colaboración, en la conciencia ecológica y en la responsabilidad social. Y el camino para lograrlo es la democracia".

Los grandes valores, los grandes ideales de justicia, paz, armonía, fraternidad, igualdad han nacido de la biología del amor y son los fundamentos de la vida en la infancia. Yo pienso que estos valores son propios de la experiencia de la educación basada en La cultura matrística que recibe el niño en su infancia, fundada en el respeto, la cooperación, la legitimidad del otro, en la participación, en el compartir, en la resolución de los conflictos a través de la conversación. En la vida adulta debemos negar todos estos valores, pues encontramos una cultura opuesta: la cultura patriarcal, fundada en la competencia, en la apariencia, en la negación del otro, en la lucha, en la guerra, en la mentira. y es esta contradicción la que genera la pérdida de esos valores de paz, armonía, fraternidad y justicia. Al mismo tiempo, el hecho de vivir añorándolos, el hecho de que podamos imaginar una sociedad basada en una convivencia fundada en el respeto y en la justicia nos hace querer recuperarlos. El gran error que se comete es pretender que coincidan o coexistan en condiciones culturales que se niegan mutuamente.

Existió una cultura matrística (de matriz), no matriarcal, desde unos 8 mil años hasta 5 mil años a. de C. Recientes hallazgos arqueológicos indican que en Europa, en la zona del Danubio y en los, Balcanes, se desarrolló una sociedad matrística. No era una sociedad en que las mujeres dominaran a los hombres, sino una cultura en que hombre y mujer eran copartícipes de la existencia, no eran oponentes. Había complementariedad. Las relaciones entre los sexos no eran de dominación ni de subordinación. Se vivía de la agricultura, pero sin apropiación de la tierra, que pertenecía a la comunidad. Los arqueólogos han encontrado poblados que no muestran signos de guerra, no tienen fortificaciones, ni armas como adornos o decorados. Encontraron, en cambio, signos estéticos de la vida, de lo natural. Las imágenes de culto son femeninas o híbridos de mujeres y animales. En ellos, no hay sugerencias de manipulación del mundo, sino de armonía de la existencia. Los signos indican que se vivía la vida como un aspecto de una dinámica cíclica de nacimiento y de muerte. No se consideraba a la muerte una tragedia, sino una pérdida natural. Era una cultura que no estaba centrada en las jerarquías, ni en el control de la sexualidad de la mujer.

Hoy vivimos una cultura patriarcal centrada en la dominación del hombre . sobre la mujer, en el control de la sexualidad femenina y de la procreación humana y animal, en las jerarquías, en la guerra. El hombre es el pater, el patriar del cual se habla en la Biblia. Yo pienso y propongo que la cultura patriarcal se origina fuera de Europa, en Asia Central, al surgir el pastoreo con la exclusión del lobo de su alimento natural que eran los mismos animales migratorios de que dependía también el hombre. Al aparecer la apropiación, al excluir al lobo, se comienza a luchar contra él. Y así aparece la primera dinámica que dio origen a la enemistad. Después, el enemigo ya no es el lobo, sino que cualquier otro al que se excluya para apropiarse de algo. En la cultura matrística, la emoción fundamental era el amor. Con la defensa del ganado cambian las emociones. Se pierde la confianza en la dinámica de lo natural y se comienza a vivir el miedo y el control.

Al producirse el encuentro entre ambas culturas, la patriarcal somete a la matrística. Pero ésta no desaparece del todo. Permanece en la relación mateno-infantil. Esa es la razón de que hoy vivamos una cultura matrística en la infancia y una cultura patriarcal en la vida adulta, lo que significa vivir lo masculino y lo femenino en conflicto permanente.

Este es el motivo de que los problemas de nuestra cultura sean de contradicción entre los valores de la infancia y los de la vida adulta. Es vivir lo masculino y lo femenino como si fueran intrínsecamente opuestos. Esto indica que nuestra cultura surge de contradicciones y se mantiene aún en contradicciones.

No tiene sentido retomar a una cultura de hace 8 mil años. Ciertamente es imposible. Pero yo pienso que sí puede generarse una cultura que no esté centrada en la guerra, en la competencia, en la lucha, en la imagen, en la negación mutua, sino en el respeto, en la colaboración, en la conciencia ecológica y en la responsabilidad social. Eso sí es posible. En este sentido creo que la democracia es una forma de cultura neo matrística, un modo de vida que rompe con el patriarcado, pues se fundamenta en el respeto, en la colaboración, en mirar al otro como un legítimo otro en el espacio de convivencia. Es una cultura que puede solucionar los conflictos no a través de la lucha, sino en la conversación, la conspiración, en un proyectar de un quehacer juntos, que es por lo demás lo que constituye la constitución de cualquier país, que es un proyecto de convivencia.

Por esto, la democracia como cultura neo matrística debe estar centrada en la armonía de la existencia, no en la lucha. Esto implica también romper la tradición patriarcal de negación y subordinación de la mujer, lo que al mismo tiempo libera al hombre de ser el dominador y explotador de la mujer. Esto también es una trampa en la que los hombres están atrapados: dominar a los hombres y luchar contra ellas.

La lucha no pertenece a la democracia. La lucha constituye al enemigo. En la lucha hay vencedores y vencidos. Pero el enemigo no desaparece. El derrotado tolera al vencedor en la espera de una oportunidad de revancha. La tolerancia es una negación del otro suspendida temporalmente. Las victorias que no exterminan al enemigo preparan la guerra siguiente. El secreto para lograr la armonía está: en el respeto del otro como legítimo otro en la convivencia y en el respeto por el mundo natural, en términos de tomar esa conciencia ecológica que nos haga ver claro que la destrucción de nuestro hábitat significa también nuestra propia destrucción.

Diálogo publicado por la revista Uno Mismo en su Nº 20.-

Extraído del sitio web del instituto co-fundado por Maturana: www. matriztica.org

domingo, 16 de septiembre de 2007

La Ruta Olmeca Femenina

Base Estela Olmeca - Pintura-color de Rolando Solís. LA RUTA FEMENINA

La Tierra del Jaguar

Por: Lolita Vargas

La Cultura Madre de Mesoamérica es la Olmeca, en ella se encuentran las bases que siglos mas tarde desarrollarían con su personalidad propia, otras grandes culturas de Mesoamérica.

El origen mítico de esta cultura, parte de la unión entre una Mujer y un Jaguar.

De esa unión nace el origen sacro de los Olmecas, de los seres de Conciencia Vibrante.

Mas es precisamente la Mujer la que descubre en el pasado ancestral la agricultura, el calendario, la ubicación de los planetas en la urdimbre celeste y su influencia en el tiempo terrestre y es tambien la que encuentra una forma de domesticación de diversos animales.

En ese pasado remoto, se ubica a la mujer amamantando a crías de animales, actuando como su madre, su nodriza, creando vínculos "emocionales", que inducen el respeto de la fiera, hacia los miembros de la especie humana. Aun es posible observar en el arte sagrado que representa a la Diosa Madre, en sus diferentes advocaciones, que esta se encuentra destacando sus pechos plenos de leche y en algunas ocasiones amamantando algún animal.

Es así que en la cultura Olmeca, la unión divina de la pareja cósmica mujer-jaguar, es la que sustenta un linaje, el cual adquiere características especiales tanto en el universo tonal como en el nagual. Otorga fuerza y poder, a la vez que establece un puente de contacto con lo sobrenatural.

Indudablemente que el Jaguar esta asociado al agua, a la noche, al acecho, a lo femenino, a la magia, a la adivinación, al cuerpo emocional, a los ciclos de renovación y de fertilidad.

En el arte Olmeca, en sus esculturas, es posible encontrar la presencia del Sacerdocio Femenino y el toque de jaguar en casi toda su obra, desde mi punto de vista alude a la importancia de lo Femenino, de la Mujer en su cultura.

En el viaje que por el espacio-tiempo hemos realizado, el circulo del destino nos lleva de nuevo a los orígenes, a la raíz. Los antiguos orígenes nos indican que todo surge de Las Aguas Primordiales, que el origen de todo se encuentra en el Agua. Así surge la Pirámide de Quetzalcoatl en Teotihuacan, antiguamente rodeada de agua, recordando el origen primigenio, el cual los Olmecas asocian con el Jaguar.

Ha llegado el momento en que el peregrino de la vida, recorra el antiguo sendero, aspirando con humildad a que La Madre Tierra le despierte, para que así afloren las memorias guardadas en el desván del inconsciente.

La semilla guardada en cada uno de nosotros esta lista para germinar, hay que permitir que el agua la alimente para que pueda florecer.

La Ruta Olmeca es Femenina, el peregrinaje comienza en el Agua, como la vida misma.

En silencio, en el secreto permaneció el camino, Antiguos Guardianes pacientes esperaron a que llegara el tiempo y ese tiempo es ahora.

La Ruta esta siendo caminada, la puerta se abre para unir, hermanar y convocar a aquellos que obran con pureza de intención. Invita al peregrino de la vida a conocer el "secreto del jaguar", guardado en la montaña de su propio corazón.

En el Año Ix - Jaguara, destacando su presencia y su influencia.

Con amor Infinito: Lolita Vargas Malinalticitl

martes, 11 de septiembre de 2007

TEALOGÍA, el estudio de lo Divino Femenino

Dado que el post anterior con fuerza guerrera femenina, podría prestarse para una mirada “matriarcal” (y no matrística) de las culturas pre-patriarcales recibí este gran aporte de una querida amiga y maestra del otro lado de la cordillera Analía Bernardo

TEALOGIA: Tea, Tía o Theia: “La Divina”, titana solar pre-olímpica, hija de la diosa creadora Eurínome o Gea.

Estudio y conocimiento de Tea: la Diosa, la fuerza y energía Primordial Creadora.

Investigación del arquetipo Divino Femenino en las culturas antiguas, en las tradiciones aborígenes de todo el mundo y en las vivencias personales de las mujeres, a través de la arqueología, la mitología, las tradiciones populares, la psicología profunda, los símbolos e imágenes sagradas.

La Tealogía recurre a numerosas y variadas fuentes escritas, objetos y sitios arqueológicos, símbolos y ritos en los que pervive el lenguaje sagrado de lo Divino Femenino, considerado históricamente prepatriarcal.

La Tealogía moderna afirma que la ancestral Diosa fue el centro religioso y cultural de nuestros antepasados sapiens en el Paleolítico Superior y en las culturas agrícolas del Neolítico, del 20.000 al 3000 a.C., hasta la formación de las culturas e imperios clásicos de orientación masculina y la difusión del monoteísmo del Dios Padre (judeo-cristiano o islámico, por ejemplo). En este sentido, la Tealogía analiza las tradiciones religiosas, occidentales y orientales, creadas en la antigüedad clásica para justificar el sometimiento de la mujer al varón y despojarla de sus funciones de sacerdotisa, gobernante y chamán, como son el mito de Eva, el de Pandora, el de Tiamat, o las leyendas sobre violación y muerte de diosas nativas en Europa y Medio Oriente. La Tealogía moderna ha demostrado que las culturas y tradiciones sagradas que veneraron a la antigua Diosa Madre no fueron “matriarcados” donde las mujeres dominaran a los varones, sino comunidades matrísticas en las que mujeres y varones reconocían un origen común en la deidad femenina primordial. Así, la Diosa Madre Creadora aparece acompañada de hijas, hijos y consortes divinos a los que otorga diferentes funciones y poderes. Al contar con diversidad de arquetipos sagrados, ambos sexos estaban representados y enaltecidos. Durante el siglo XX, arqueólogas e investigadoras en diferentes campos vienen desarrollando esta Tealogía, respondiendo a la necesidad de la mujer de recuperar su arquetipo sagrado como parte de la identidad femenina, que colabore en la superación de los estereotipos de orientación patriarcal.

Jane Ellen Harrison, Marija Gimbutas, Mary Daly, Bárbara Walker, Mónica Sjöö, Caitlín Matthews, Merlín Stone y Carol Crist, son algunas de las más destacadas representantes de la Tealogía. En Argentina: Ethel Morgan. Sus trabajos sobre la Diosa Creadora y la Trinidad Femenina (anterior a la masculina) con sus atributos de patrona del ciclo de vida muerte-regeneración, la justicia, el amor, la sexualidad, la ley ecológica, el gobierno comunitario y el destino, han influído en la emergencia del Feminismo Espiritual, que reconoce y celebra tanto los derechos de la mujer como sus poderes sagrados y espirituales. En 1979, la feminista espiritual Naomi Goldenberg propuso la utilización de la palabra “tealogía” para diferenciar esta campo de investigaciones de la teología patriarcal (en su obra “El Cambio de los Dioses. Feminismo y el fin de las religiones tradicionales”). Starhawk, Vicky Noble y Susana Budapest, chamanas y sacerdotisas modernas, han creado celebraciones y liturgias que expresan los contenidos hermeneúticos de la Tealogía moderna.

Analía Bernardo.

Investigadora de las tradiciones sagradas femeninas. Publicado en el “Diccionario de Ciencias Sociales y Políticas”, Torcuato Di Tella, Hugo Chumbita, Susana Gamba y Paz Gajardo, EMECE Editores, Argentina 2001.

analiabernardo@yahoo.com