La Tierra del Jaguar
Por: Lolita Vargas
La Cultura Madre de Mesoamérica es la Olmeca, en ella se encuentran las bases que siglos mas tarde desarrollarían con su personalidad propia, otras grandes culturas de Mesoamérica.
El origen mítico de esta cultura, parte de la unión entre una Mujer y un Jaguar.
De esa unión nace el origen sacro de los Olmecas, de los seres de Conciencia Vibrante.
Mas es precisamente la Mujer la que descubre en el pasado ancestral la agricultura, el calendario, la ubicación de los planetas en la urdimbre celeste y su influencia en el tiempo terrestre y es tambien la que encuentra una forma de domesticación de diversos animales.
En ese pasado remoto, se ubica a la mujer amamantando a crías de animales, actuando como su madre, su nodriza, creando vínculos "emocionales", que inducen el respeto de la fiera, hacia los miembros de la especie humana. Aun es posible observar en el arte sagrado que representa a la Diosa Madre, en sus diferentes advocaciones, que esta se encuentra destacando sus pechos plenos de leche y en algunas ocasiones amamantando algún animal.
Es así que en la cultura Olmeca, la unión divina de la pareja cósmica mujer-jaguar, es la que sustenta un linaje, el cual adquiere características especiales tanto en el universo tonal como en el nagual. Otorga fuerza y poder, a la vez que establece un puente de contacto con lo sobrenatural.
En el arte Olmeca, en sus esculturas, es posible encontrar la presencia del Sacerdocio Femenino y el toque de jaguar en casi toda su obra, desde mi punto de vista alude a la importancia de lo Femenino, de la Mujer en su cultura.
En el viaje que por el espacio-tiempo hemos realizado, el circulo del destino nos lleva de nuevo a los orígenes, a la raíz. Los antiguos orígenes nos indican que todo surge de Las Aguas Primordiales, que el origen de todo se encuentra en el Agua. Así surge la Pirámide de Quetzalcoatl en Teotihuacan, antiguamente rodeada de agua, recordando el origen primigenio, el cual los Olmecas asocian con el Jaguar.
La semilla guardada en cada uno de nosotros esta lista para germinar, hay que permitir que el agua la alimente para que pueda florecer.
La Ruta Olmeca es Femenina, el peregrinaje comienza en el Agua, como la vida misma.
En silencio, en el secreto permaneció el camino, Antiguos Guardianes pacientes esperaron a que llegara el tiempo y ese tiempo es ahora.
La Ruta esta siendo caminada, la puerta se abre para unir, hermanar y convocar a aquellos que obran con pureza de intención. Invita al peregrino de la vida a conocer el "secreto del jaguar", guardado en la montaña de su propio corazón.
Con amor Infinito: Lolita Vargas Malinalticitl
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